domingo, 17 de enero de 2010

¡¡¡ANTOLÓGICO!!! Cáceres F.S. 6-4 A.D. Gran Casar

6-4

Cáceres F.S.: 13 Iñaki, 4 Juanma, 5 Rodri, 8 Albertino, 15 Chicha, 3 Zipi, 6 Juli, 7 Caki, 9 Litri, 11 Mariano, 14 Javi Barbosa, 2 Carlos (P.S.).

A.D. Gran Casar: 13 Álvaro, 6 Gordi, 8 Juanlu, 9 Casero, 10 Javilino, 3 Javi Lobino, 4 Pablito, 5 Raggen, 12 Kimura, 15 Rufino, 17 Calle, 1 Jaime (P.S.).

Árbitros: Santos y Escolar (Cáceres). Amonestaron por el Cáceres F.S. a Carlos, Chicha, Juanma (2), Albertino (2) y Mariano (2); por el Gran Casar, Juanlu y Gordi (2).

Goles: 0-1, Javilino. 1-1, Albertino. 2-1, Albertino. 2-2, Raggen. 3-2, Chicha. 3-3, Juanlu. 3-4, Javilino. 4-4, Rodri. 5-4, Chicha. 6-4, Chicha.


Épica victoria del Cáceres F.S. en el máximo duelo de rivalidad, frente a la A.D. Gran Casar. A pesar de las tres expulsiones (alguna completamente injusta) sufridas en momentos clave del partido, que los casareños se adelantaron por dos veces en el marcador, que los locales estaban en el banquillo huérfanos sin su míster..., los blanquiverdes, a base de casta, de garra, de corazón, de paciencia y muchas dosis de buen juego, consiguieron llevarse un encuentro que sin duda ha marcado un antes y un después en la historia reciente de estos dos clubes. Los aficionados, que esta vez sí, casi llenaban las gradas laterales del Serrano Macayo, salieron siendo conscientes de que lo que allí había acontecido fue un partido con mayúsculas. Como bien me dijo uno de ellos,"ha sido un derbi", no se puede describir con otras palabras. Habrá opiniones para todos los gustos, que si uno fue mejor, que si otro estuvo más acertado, que si aquél merecio más...lo que está claro es que los Cáceres-Casar acarrean mucho más que el simple juego; son un sentimiento, una declaración de visceralidad, un combate entre dos entidades que, espoleadas cada una por sus "tifosi" están escribiendo una historia de amor-odio propia del más apasionado de los River-Boca.


Los cacereños en mi opinión fueron superiores en las facetas más determinantes del juego, como son la pegada en ataque y el acierto en defensa, mientras que los casareños circularon muy bien el esférico, pero sólamente dieron sensación de superioridad cuando el Cáceres contó con un hombre menos en sus filas. Ni siquiera el portero jugador les dio el impulso necesario, y Chicha, extraordinario en la definición, dio la razón a aquellos que dicen que siempre juega bien contra el Casar. Muy tocados quedan los "queseros", que tras la jornada de descanso pueden situarse hasta a 12 puntos del líder, Malpartida, que endosó un 8-4 a un Extremadura B muy fallón y blandito en defensa. Algo no termina de cuajar en el Casar, queda claro que el conjunto de la Torta no es suficiente con un buen quinteto y un puñado de jugadores del pueblo, si no que necesitan algo más. Para colmo, una de las aficiones más exigentes de la categoría no comparte la gestión deportiva de las últimas temporadas, y así, es difícil que un club pueda tener la estabilidad que necesita para abordar un objetivo tan serio como el ascenso. Mucho ánimo para nuestros amigos casareños, y mucha suerte en lo que resta de temporada.


Así, el partido comenzó con un Gran Casar que quería el balón y que buscaba desde el inicio pases interiores al habilidoso Javilino. Es así como, sin apenas calentar, el menudo jugador casareño recibe en la frontal de espaldas a portería, se zafa con un reverso de su defensor, y bate con la izquierda, cruzado y pegando el balón en el poste, a Iñaki. El Casar se pone por delante sin anestesia, y los cacereños reciben el golpe con madurez y aplomo. Albertino, de falta directa, con un cañonazo que roza la cara del portero casareño, empata el partido tan sólo un minuto después. A partir de ahí, comienza un periodo de tanteo tras el intercambio de golpes (y goles) inicial. Casero es el encargado de llevar de nuevo los ¡uys! a la grada con un disparo raso al segundo palo desde la frontal, que Iñaki despeja a córner tras una buena estirada. Conscientes de la efectividad casareña en las jugadas a balón parado (como quedó patente en el partido de ida, en el que Casero anotó el único gol rojillo), los locales permanecen muy concentrados y muy atentos a los disparos exteriores. El Cáceres vuelve a llegar con peligro tras sendos contragolpes, que acaban en agua. Sin embargo, a 5 minutos del final del primer tiempo, Albertino recibe un pase diagonal en una contra y cruza ante la salida del guardameta visitante; el balón entra mansamente en la portería y el goleador cacereño establece el 2-1. El Cáceres tomaba ventaja en el combate y además comenzaba a hacerse dueño de la situación, con un Gran Casar que se quedaba sin ideas por momentos. Antonio Salguero decide poner en cancha a Calle como referencia en el pivote, buscándolo como opción en ataque descaradamente. La intentona no da sus frutos, y los visitantes ni siquiera consiguen disparar a puerta. Mariano desperdicia un doble penalti, que se le marcha arriba cuando ya tenía batido al portero. La tensión en el campo es mayúscula y la grada no deja de animar a uno y otro equipo. Así, con el 2-1, se llega al descanso.


En la reanudación, Casero se encarga de dar el 1º aviso con un misil al palo corto, que Iñaki toca lo justo para que el balón golpee violentamente contra el poste. El Cáceres poco a poco se va asentando nuevamente en la pista y comienza a llegar con peligro. Cuando el equipo local vuelve a tener ocasiones, llega la primera de las jugadas polémicas del partido. Juanma corre un balón largo que el portero local logra despejar, chocándose con Gordi, jugador de su propio equipo. El árbitro considera que ha sido Juanma el infractor, señala falta y decide mostrarle su segunda tarjeta amarilla, con la consiguiente exclusión. No perdona Gran Casar, y Raggen bate por alto en boca de gol a Iñaki, estableciendo la igualada con un hombre más. Lejos de venirse abajo, los blanquiverdes vuelven a adelantarse poco después, con el primer gol de Chicha, que empuja a las redes una buena jugada colectiva. Y nuevamente, los árbitros se convierten en protagonistas, expulsando a Mariano al entender que se deja caer, intentando engañarles. Le muestran también la segunda cartulina. Además, no contentos con esto, excluyen a Albertino, que en ese momento estaba en el banquillo, con doble amarilla igualmente, tras considerar que invade el campo para dialogar con el colegiado. El Cáceres pierde así a sus mejores hombres atacantes, los que más peligro estaban llevando a la meta casareña, forzando faltas y poniendo en jaque a los defensores. Como era de esperar, Gran Casar transforma nuevamente en gol la superioridad. Juanlu anota por toda la escuadra desde fuera del área, aproximadamente un minuto después de las exclusiones. Así las cosas, los cacereños recuperan al 5º hombre, y todo vuelve a estar como al principio. Restando 8 minutos, Javilino sorprende al portero cacereño con un punterazo desde casi el medio campo. Éste, probablemente tapado por su defensor, no puede más que mirar como el balón se cuela en su portería. Los rojillos se adelantan 3-4 y la situación hace presagiar lo peor. Pero el Cáceres este año es un equipo hecho de otra pasta y sólo 5 segundos después del saque de centro, Rodri pone las tablas en el marcador otra vez tras una excepcional, maravillosa jugada de toque del equipo blanquiverde. Con 5 minutos en el electrónico, los casareños se quedan sin Gordy, que es amonestado por segunda vez tras zancadillear a un jugador capitalino. El Cáceres paga con la misma moneda y Chicha aprovecha la superioridad para batir por arriba a Álvaro y marcar su segundo gol. El júbilo estalla en las gradas por parte de los aficionados locales. Javilino goza poco después de una buena ocasión en un uno contra uno con Iñaki, pero su vaselina es atajada por el guardameta. Salguero se lo juega todo a una carta e introduce a Juanlu como 5º jugador. Raggen lo intenta de nuevo de vaselina sin éxito. El Casar se queda sin ideas con el portero jugador; incluso Calle entra en cancha para situarse de pivote fijo. Pero un error en un saque de banda de Raggen hacia su propio campo hace que Casero se confíe y Chicha aproveche para robarle la cartera y situar el definitivo 6-4, completando además el mayor de los Luna su "hat-trick" particular, su "partido perfecto". Aún tuvo el conjunto casareño la opción de meterse en el partido a falta de un minuto: Casero lanza un doble penalti, que Iñaki adivina y despeja a saque de banda. Tras esta ocasión, los casareños se derrumban totalmente, y el derbi se queda en casa, con la gente aplaudiendo a rabiar a los protagonistas del que puede haber sido uno de los mejores encuentros de rivalidad de la historia de la ciudad.


Queremos dar las gracias a cada una de las personas que, durante el transcurso del partido, se encargaron de que todo fuera bien; a nuestros puertas Juanjo y Mateo, porque siempre están ahí controlando que la gente disfrute sin problemas; a nuestra afición, que en días como éstos siempre da fuerzas y aliento para conseguir gestas como la del domingo. Hay que destacar el trabajo de todos los jugadores, que estuvieron inmensos, ya gozaran de mayor o menor participación, y que han llevado a este joven club, a conocer las posiciones de privilegio de una liga tan exigente como ésta. ¡Muchas gracias a todos! Esperamos que el año que viene, estos partidos se puedan disfrutar sin los piques y tonterías que algunos se empeñan en avivar, y que, sinceramente, no favorecen a nadie. Un saludo.



CÁ-CE-RES!!!

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